Vivimos en una sociedad en la que la información fluye de manera natural a través de internet y la educación no es ajena a este fenómeno. Actualmente la oferta educativa incluye la modalidad no presencial, en la que los alumnos se forman gracias a los recursos de las nuevas tecnologías. Hoy en día lo mismo puedes sacar una carrera que aprender a cambiar la rueda de repuesto del coche. El mundo de la formación no conoce límites, más que el que uno mismo se quiera poner. Cualquier duda, cualquier curiosidad puede quedarte aclarada en un click. Es el conocimiento en nuestras manos.
En este sentido es importante diferenciar algo que ya apuntaba en el párrafo anterior: el acceso tanto a formación reglada como no reglada. Las instituciones de cada país ponen en marchas ofertas educativas que cubren las demandas sociales educativas. Por ejemplo por parte del Ministerio de Educación y Ciencia se ofrecen gran variedad de cursos en las escuelas de adultos a través del programa MENTOR. Las empresas privadas también ven en la teleformación una fórmula de enseñanza a sus empleados con grandes ventajas, sobre todo a nivel económico: no implica desplazamiento de sus trabajadores desde el centro de trabajo (dietas, manutención, tiempos fuera del lugar de trabajo).
Tenemos un alumno y tenemos el curso que desea realizar: ¿qué más necesitamos? Básicamente nos hace falta un ordenador y una conexión a internet. El funcionamiento suele ser siempre parecido: el usuario abre una cuenta y en ella recibe el material educativo. Además, a través de esta misma cuenta accede a foros, tutorías, enlaces de interés, chats, etc…
Otros factores imprescindibles además de los recursos físicos es el nivel de implicación y de responsabilidad de dichos alumnos. La constancia es fundamental para un logro positivo.
Visto esto, podría parecer que todo son ventajas en la formación on-line, y de hecho las tiene, pero también cuenta con inconvenientes.
Ventajas
La compatibilidad horaria. Unas clases presenciales implican la necesidad de una asistencia y, por lo tanto, el tener que estar sujeto a un horario. Con la formación on-line esa necesidad se obvia. Cada uno puede gestionar sus tiempos para compaginar la formación con el resto de obligaciones: conciliación con su vida familiar, laboral, etc…
Proceso de aprendizaje personalizado. Como consecuencia de la no presencialidad, el alumno no está sujeto a un ritmo determinado de estudio, sino que es él el que adapta su proceso de aprendizaje a su capacidad de estudio. Un alumno de altas capacidades, un alumno que necesite reforzar unos aspectos más que otros… cada uno decide lo rápido o lento que quiere estudiar. Estaríamos ante un alumno autogestor de su tiempo y de su capacidad cognitiva.
Supresión de barreras físicas Este aspecto favorece por un lado a personas con dificultades físicas y por otro ofrece un mundo de posibilidades en cuanto a “conocer” a personas de otras ciudades, provincias, países, culturas, etc….
Desventajas.
Tiempos de respuesta no inmediata. El contacto directo con los profesores (e incluso con los compañeros físicos de clase) permite que existan dudas que se puedan resolver prácticamente sobre la marcha.
Pérdida del “ambiente” estudiantil. Cuando estamos hablando de cursos de duración corta, cursos de empresa o asignaturas sueltas, no se echa en falta a los compañeros. Particularmente pienso que para carreras universitarias, me parece muy conveniente el contacto con los compañeros por las implicaciones a nivel personal que saldrán de estas relaciones.
PERFIL DEL ESTUDIANTE ON-LINE
- Disponer de algún conocimiento en el manejo de ordenadores y nuevas tecnologías.
- Debe ser responsable, constante y con mucha implicación.
- Obviamente debe querer aprender.
- Debe ser capaz de saber organizar sus tiempos.
- Debe saber expresarse por escrito con claridad porque la mayoría de las dudas las tendrá que aclarar a través de la pantalla.
- Según el tipo de curso que sea, puede darse el caso de que se solicite trabajos en grupo. En ese caso, deberá saber llevar a cabo un trabajo cooperativo.
EXIGENCIAS A NIVEL DE USUARIO.
Lo fundamental que buscaría en este tipo de cursos y que de verdad me motivaría a continuar con él es que responda a las expectativas que me he hecho sobre él. Una información incompleta o errónea podría hacer que lo dejara. Yo pediría una información clara y sencilla sobre los contenidos, metodología y evaluación.
También valoraría mucho las dificultades que me fuera encontrando a nivel de conexiones, manejo de la aplicación para el desarrollo del curso, recursos físicos necesarios, etc…
Por supuesto, la presentación del material con los contenidos puede hacer que un curso esté mejor o peor valorado. Todo lo que sea hacer el trabajo más fácil y atractivo a la vista, facilita las cosas de cara a poner más ganas y más constancia.
Otro aspecto que tendría en cuenta es que las preguntas con las dudas planteadas, sean respondidas por parte del equipo docente de manera rápida y precisa.
Ampliando información en internet me he encontrado con un fichero muy interesante relacionado con este tema
